martes, 7 de abril de 2015

Prevenir, mejor que curar

Prevención clave para la salud
La vida se estructura a partir de decisiones. Decidimos la carrera que estudiamos o el trabajo que ejercemos, la pareja que tenemos, dónde estudian nuestros hijos. Todos los días y a cada segundo hacemos una decisión consciente o inconsciente que afecta nuestro presente y nuestro futuro y los de quienes nos rodean.
Con la salud y el cuidado no es diferente. Cada decisión que tomamos construye nuestro camino y resulta importante tener en cuenta los efectos y las consecuencias que estas decisiones tendrán en el corto, mediano y largo plazo.
La vida está llena de pequeños riesgos que en mayor o menor medida afectan nuestra salud y la conciencia que tengamos de ellos y las acciones de prevención que apliquemos serán los que determinarán al final nuestro bienestar. Pequeñas decisiones como invertir diez minutos en preparar un jugo natural, inciden en la salud. Apagar el televisor media hora para dedicársela a nuestros hijos, levantarse temprano un domingo para salir a caminar en familia, velar cada día porque los hijos no abandonen las rutinas de higiene dental, también son decisiones de salud, y como ellas, cientos y cientos de pequeñas acciones  componen lo que se llama una cultura del cuidado.
No hay que esperar a que haya un evento mayor, una enfermedad o que suceda un accidente por descuido. Prevenir  es mejor que curar. En la prevención de los riesgos de cada día, todos somos responsables. 

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