La mitad de los adolescentes españoles ha visto pornografía alguna vez. En Colombia, el problema está lejos de desaparecer. Información importante para padres, a continuación:
David y Marta no salían de su asombro cuando comprobaron que su hija Manuela, de tan solo 13 años, había visto pornografía por Internet. Y aunque la niña se defendió diciendo que fue una compañera del colegio la que le envió a su correo los videos eróticos, el daño estaba hecho. Preocupados, los padres hablaron con las directivas del colegio para ponerlas al tanto de la situación y evitar más ataques en el futuro.
La pornografía es una amenaza directa y real para los adolescentes modernos: además de que hoy pueden encontrar fácilmente cualquier tipo de contenido para adultos en televisión o Internet, existen fenómenos como el sexting, que consiste en el envío y distribución de material erótico por medio de los teléfonos móviles, y el grooming, o las acciones deliberadas por parte de un adulto para engañar a un niño y así obtener satisfacción sexual a costa de imágenes y videos con alto contenido sexual.
Datos alarmantes
En un estudio realizado en España se encontró que “la mitad de los menores de edad han visto pornografía por internet, y un cuatro por ciento de menores de entre 11 y 12 años reciben contenidos sexuales en su teléfono móvil. Las redes sociales de contactos también han contribuido a sexualizar las relaciones”.
La investigación también da cuenta que “La gran mayoría de adolescentes buscan en internet, desde el confort del anonimato, y muchas veces por curiosidad, pero hay que tener en cuenta que no todo lo que se van a encontrar es cierto».
Un estudio realizado en Gran Bretaña es más pesimista. La investigación, hecha por la Universidad de Middlesex en el Reino Unido, dice que: "La pornografía ha sido ligada a actitudes irreales sobre el sexo, creencias de que la mujer es un objeto sexual, opiniones más frecuentes sobre sexo, y niños y jóvenes que ven pornografía tienden a asumir menos actitudes de género progresistas.
La gente joven ve estas imágenes sexualizadas cada día y en toda una variedad de contextos y no todavía no entendemos completamente cómo procesan esto, y cómo o si incluso hacen una distinción entre, vamos a decir, un video musical y pornografía".
Comunicación, la clave
Aparte de estar pendientes de los adolescentes y la manera como usan los recursos que tienen en casa para comunicarse y acceder a este tipo de contenidos, algunas estrategias para prevenir que la pornografía los dañe son:
- Es labor de los padres saber con quién sale, con quién juega, qué hace en Internet, con quien se comunica, etc.
- Es importante que los padres hagan contrapeso frente a la cantidad de información, incluida la sexual, que los hijos reciben de los medios de comunicación. Supervisar es tan importante como acompañar.
- Muchos adolescentes buscan la pornografía por falta de información y vergüenza de hablar sobre el tema del sexo. Por eso, no asumas nada cuando ellos comiencen a hacer preguntas. Si un muchacho está preguntando a qué edad es normal comenzar tener relaciones sexuales, no quiere decir que esté pensando en empezar algo. Permite que tu hijo se exprese, dé sus opiniones y aunque no las compartas valídalas, convérsalas. Si cortas su libertad de expresión, le estás dando el mensaje de que no puede hablar con sus padres y se rompe la comunicación.
