viernes, 9 de enero de 2015

Accidentes de tránsito en Colombia: calles peligrosas

Imprudencia, un velocímetro devorando sus límites y ríos de alcohol rodando por sus venas fueron las causas del accidente fatal de Julio. Con apenas 26 años, este ingeniero bogotano perdió la vida después de una noche de rumba con sus amigos, quienes fueron testigos de cómo Julio, acelerando ferozmente su automóvil, se estrelló de frente contra un árbol. Su esposa Mónica y su hija Juliana perdieron un esposo y padre ejemplar, sólo por tomarse unos tragos y tomar, después,  una mala (y terca) decisión: conducir en estado de embriaguez.
A Andrés, visitador médico de Medellín, no le fue mucho mejor: venía manejando su motocicleta por una curveada carretera de Antioquia, cuando un automóvil, haciendo un adelanto prohibido e invadiendo el carril contrario, lo cerró y lo obligó a caer a un caño al lado de  la vía. Tuvo que dejar su trabajo por seis meses, pues tuvieron que operarle la rodilla izquierda y eso demoró su recuperación. Aún no se sabe nada del conductor que provocó este aparatoso accidente.
Y el único pecado de David fue el sueño. Cuando regresaba de un largo viaje desde Bogotá hasta su natal Cali, un camión inmenso interrumpió su camino. Él no recuerda nada, sólo un ruido ensordecedor que lo devoró en medio del silencio sepulcral de la noche que hasta hoy le congela las venas. Aunque él no sufrió ni una raspadura, su auto último modelo fue declarado pérdida total por la aseguradora. El miedo, paralizante, le impide, hasta el día de hoy, manejar de nuevo un automóvil.
Julio, Andrés y David son apenas 3 de los 5704 muertos y 39. 318 heridos en accidentes de tránsito que hubo en Colombia el año pasado, cifras que convirtieron a este tipo de acontecimientos en la segunda causa de muerte violenta en Colombia. Estos datos se suman al conteo mundial, donde se estima que 1.2 millones de personas mueren al año por causa de accidentes de tránsito. Para el 2030, será la quinta causa de muerte de seres humanos en todo el planeta.
Según la Organización Mundial de la Salud, los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte entre los jóvenes entre 15 y 29 años, la segunda entre los 5 y los 14, la tercera entre los 30 y los 44 y la octava de los 45 años en adelante. 

Tragedias al volante

La conducción de un automóvil es declarada como una actividad peligrosa por el Código de Tránsito, ya que el conductor es susceptible al manejo de grandes cantidades de energía cinética (en movimiento) y por ello, tiene en el volante una capacidad potencial para hacer daño.

Como principales causas de los accidentes de tránsito están:

  • La impericia del conductor.
  • El exceso de velocidad.
  • Consumir alcohol antes y durante el ejercicio de la conducción.
  • El exceso de confianza en el auto o en sí mismo.
  • No mantener la distancia suficiente entre vehículos. 
  • Fallas mecánicas.
  • No respetar las señales de tránsito.
  • Distracciones.
  • Fatiga, sueño.
  • Uso de medicamentos contraindicados.
  •  Adelantamientos indebidos.
  •  Malas condiciones de la vía.
  • Maniobras peligrosas como arrancar sin precaución, ignorar los puntos ciegos, reversa imprudente, frenar en forma brusca,  cambiar el carril sin anunciar, pasarse los semáforos en rojo,  entre otros.
Al analizar las causas más comunes de estos accidentes, se puede concluir que es el conductor es el principal responsable de estas tragedias. Y es que se calcula que el 85% de todos los accidentes de tránsito que ocurren son responsabilidad directa o indirecta de este y  de las decisiones que toma y por ello, recae en él la responsabilidad de conducir siempre en forma preventiva.
Lo contradictorio del tema, es que son los demás actores viales los que sufren las consecuencias más graves en este tipo de accidentes: solo el 5% de los conductores resultan heridos o mueren en un accidente de tránsito, y así, las víctimas más vulnerables resultan siendo los acompañantes o pasajeros, los motociclistas y los peatones (generalmente niños y personas de la tercera edad).

Vías de pesadilla

A pesar de los esfuerzos del Gobierno Nacional por construir vías seguras para los colombianos, el país cuenta con carreteras que pueden calificarse como pesadilla para cualquier conductor. Carreteras sin pavimentar, con señalización inadecuada y construidas sobre terrenos vulnerables son la constante de las carreteras en el país, en las que millones de conductores se movilizan cada año y donde muchos sufren accidentes de tránsito, en ocasiones fatales.
Entre las vías más peligrosas del país se encuentran: el llamado Trampolín de la Muerte, ubicado entre Pasto y Mocoa (Putumayo), la vía Bogotá – Melgar y  Bogotá- Villavicencio o la llamada Vía al Llano; en el sur del país está la ruta Cali- Palmira- Buga y Cali- Buenaventura  y en el norte está la llamada vía de La Cordialidad, que comunica a las ciudades costeras de Barranquilla con Cartagena.
Dentro de las ciudades, los lugares con mayor riesgo a un accidente de tránsito son las intersecciones o cruces y las vías rápidas. En el día, es cuando ocurren el mayor número de accidentes, pero es en la noche cuando generalmente ocurren los accidentes más aparatosos.  De igual manera, durante la semana ocurren más accidentes e incidentes de tránsito, pero es en los fines de semana cuando los accidentes son más graves, debido a los excesos de velocidad por parte de los conductores y el consumo del alcohol antes y durante la actividad de la conducción.

¿Se puede evitar un accidente de tránsito?

La respuesta es sí. Aunque ningún conductor, pasajero, motociclista o peatón puede estar seguro de nunca sufrir este tipo de percances, existen de maneras de evitar, desde la conducta propia y el autocontrol, que estos eventos sucedan. La conducción preventiva supone que el conductor siempre percibe lo que pasa a su alrededor, tiene los cinco sentidos puestos en la experiencia de conducir, aprende de las malas experiencias propias y ajenas y actúa regido por la voluntad de hacer las cosas bien. También, este tipo de conductor espera todo, se anticipa a todo y lo supone todo, lo que dificulta que su propia imprudencia o la de los demás conductores y agentes de la vía ocasionen un accidente de tránsito.

Para conducir seguro por las calles y carreteras del país, un conductor debe conocer 7 reglas fundamentales que le pueden evitar accidentes de tránsito de cualquier naturaleza:

  1. Pensar seguro.
  2. No conducir bajo la influencia de drogas o alcohol.
  3. Asumir que cualquier cosa puede suceder.
  4. Permanecer tranquilo y calmado.
  5. No tomar riesgos.
  6. Estar atento a los alrededores.
  7. Vigilar el estado del vehículo permanentemente

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