jueves, 9 de abril de 2015

Para los que se comen las uñas

Comerse las uñas.

Un hábito que apareció en la infancia y que para muchos es difícil de superar: la onicofagia, o la molesta  y peligrosa costumbre de comerse las uñas. 

No es solo vanidad: nuestras manos comunican, nos ayudan todos los días a tomar objetos, a comer, a hacer nuestras actividades diarias. Aunque parezcan olvidadas, las uñas también  tienen funciones como proteger nuestra piel,  tomar y  rasgar cosas y más.

Pero, en situaciones de estrés, angustia, nerviosismo y ansiedad, muchas personas tienen un hábito que quisieran cortar de raíz: comerse las uñas, porque más allá de la imagen y la presentación personal,  el riesgo de contraer infecciones y otras enfermedades siempre los acompaña.  La onicofagia y sus peligros, a continuación.   
¿Qué es? 

La onicofagia (del griego ónix –uña- y phagein –comer-) es una enfermedad de origen psicológico que aparece generalmente en la infancia y puede permanecer hasta la adolescencia. Aunque la mayoría lo supera en la juventud, otros se comen las uñas incluso en la edad adulta, lo que complica su salud, su bienestar y su calidad de vida. 
 
La onicofagia es generalmente una respuesta inconsciente que presentan las personas a situaciones  conflictivas de la vida diaria. También puede ser el reflejo de  angustias, temores no resueltos, vacíos emocionales, problemas de autoestima, entre otros. 

Consecuencias

La onicofagia trae consecuencias  como:

  • Hemorragias y heridas en los dedos y las uñas.
  • Inflamaciones alrededor de las uñas.
  • Deformaciones de los dedos.
  • Infecciones cutáneas.
  • Daño y desgaste de los dientes.
  • Úlceras en las encías y en la boca.
A nivel emocional, comerse las uñas puede originar baja autoestima, problemas para comunicarse con los demás,  inconvenientes para mantener una buena presentación personal, entre otros.
¿Qué hacer?
Resolver nuestros problemas emocionales no solo nos ayuda a sanarnos por dentro sino también por fuera.  Consulta un profesional de la salud mental para conocer cuáles son las motivaciones que tienes para tomar esta conducta y  así podrás encontrar una solución  definitiva al problema.
Además, una buena higiene nos puede ayudar a mejorar la apariencia de nuestras manos y uñas.

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