Los empleados de una aseguradora resolvieron dedicar uno de sus fines de semana a trabajar para los más pobres de la ciudad.
Los empleados de una empresa privada decidieron convertirse así sea una vez al año en voluntarios.
Los empleados están muy motivados con la idea de ayudar a otros y poder conocer de cerca la realidad del país.
Jaime Calvo, Presidente AIG Colombia, asegura que “nos gusta involucrar a nuestros colaboradores y realmente sentimos que además estamos haciendo una cultura de colaborar con los segmentos diversos de la sociedad colombiana”.
Esta iniciativa lleva casi dos años y ya son alrededor de 160 personas las que cambian las juntas y el corre corre de la oficina por hacer casas y alimentar a los pequeños que esperan algo de apoyo para seguir soñando.
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