domingo, 28 de diciembre de 2014

Depresión en adolescentes: nuevos estudios


Las adolescentes sufren más riesgos de padecer estrés  y depresión en las relaciones  que sus pares masculinos. Descubre por qué en el siguiente artículo. 

En el mundo de los adolescentes, las relaciones con los demás suelen complicarse a menudo, llegando incluso  a niveles preocupantes de estrés y depresión. Así lo comprueba un reciente estudio en donde analizaron el comportamiento de 400 adolescentes estadounidenses. 

“Los adolescentes se sometieron a una evaluación de la depresión, y luego se les realizaron 3 evaluaciones de seguimiento en intervalos de unos 7 meses.

Las chicas tendían a tener más síntomas depresivos durante el seguimiento que los chicos. Los síntomas de depresión de los chicos parecieron mejorar durante el seguimiento, pero los síntomas de depresión de las chicas no”  dice la investigación, publicado en portal médico Medline Plus. 

En otra investigación, se llegó a  la conclusión que las adolescentes sufrían más por eventos como las peleas con sus padres o el rechazo de sus amigos 

“Estos hallazgos hacen que nuestra atención se centre en el importante papel del estrés como factor causal potencial en el desarrollo de las vulnerabilidades para la depresión, sobre todo en las chicas, y podría cambiar el modo en que nos dirigimos al riesgo de depresión en la adolescencia", dijo en un la autora de la investigación, Jessica Hamilton, investigadora en psicología de la Universidad de Temple, en Filadelfia.

Síntomas de depresión en los adolescentes

Los adolescentes pueden presentar varios síntomas cuando tienen una depresión. Las más comunes son: 
  • Estado de ánimo irritable la mayoría del tiempo
  • Pérdida de placer en actividades diarias.
  • Cambios en el apetito: subida o pérdida de peso intempestivos.
  • Sentimientos de inutilidad, culpa y odio hacia sí mismo.
  • Inactividad y retraimiento en las actividades diarias
  • Fatiga o pérdida de energía sin justificación aparente.
  • Insomnio o somnolencia frecuentes.
  • Disminución de la capacidad para pensar, olvidos.
  • Sentimientos de culpa persistentes.
  • Pensamientos suicidas, de muerte.
  • Pesimismo constante ante cualquier evento cotidiano.
  • Rechazo al asumir responsabilidades.

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